Es poder

Ha terminado la espera de España este 2015. Al borde de un ataque de nervios, hemos amanecido todos y hemos ido a darle al ‘play’, y como TVE no decepciona, a la mitad ni les dejaba escuchar el tema.
Edurne trae consigo una apuesta sólida, de la que podemos sentirnos orgullosos. Harina de otro costal será si guste más o menos, si será un puesto 12 o un 2, pero la calidad es innegable. Materia prima hay, ahora, todo dependerá de cómo se explote. Parece mentira que haya tantos eruditos criticando cuando en España hemos vivido el lustro más oscuro hace relativamente poco (2005-2011). España merece temas de este tipo, y cada año ponerse el listón más alto.
Televisión Española ha jugado la baza más cómoda: que lo traigan todo hecho y listo para consumir. Y dicho y hecho, ha dado con un tema idóneo, correcto, que es muy poderoso. Poder es la palabra que mejor define para mí el Amanecer de España en Viena. Y es por ello por lo que confío en que el resultado sea digno.
La producción sueco-española ha funcionado, con una instrumentación espectacular. Ha traído una propuesta cuanto menos interesante, escalofriante y distinta en nuestra trayectoria. Uno de los valores diferenciales de nuestra candidatura es que todo el mundo puede esperar cualquier cosa de España menos esto, y eso esperemos se vea reflejado en las votaciones. Si tuviera que ponerle un único pero, sería que el final habría que elevarlo ligeramente para generar una explosión espectacular, pero seguro que con la puesta en escena se consigue. Sino acudamos a visionar de nuevo la actuación de Pastora Soler en Bakú.
Las opciones de ganar pueden existir, pero hablar de ello es totalmente inútil. El año pasado Austria sorprendió a mediados de marzo con el tema que vencería Eurovisión. Quedan dos largas semanas en las que los últimos países decidirán sus candidaturas y quién sabe, en alguna puede estar el petardazo que nos saque de dudas. O en cambio, pueden darse 15 días de decepciones como ocurrió anoche, sábado negro para Hungría, Eslovenia, Moldavia y sobre todo para Finlandia.
Ahora bien, si ha existido un error garrafal en todo el proceso del ente español ha sido su promoción. El tan popularizado ‘Hyde’ que han puesto en marcha desde Torrespaña está más que estudiado. Al no hacer una preselección, la única forma de promocionar el tema era haciéndose rogar y poniendo a demás ‘profesionales’ a poner caras de estupor ante las escuchas a hurtadillas del tema. Sencillamente, la ejecución de esta estrategia de marketing, aparte de haber tenido un resultado bastante cuestionable, ha sido cuanto menos mejorable. Solo hay que ver los comentarios de eurofans de toda Europa que no paran de decir que hemos estado dos meses a bombo y platillo para lo que se ha presentado. Hubiera sido mejor empezar por el final, publicar el tema y que se dieran cuenta por sí mismos de que en un año muy poco alentador, España puede tener posibilidades. Como diría Ruth Lorenzo, nos conviene ir un poco por detrás y sorprender al final, que sino no tiene gracia.
No menor es el error que están cometiendo muchos eurofans españoles que, como ya es tradición, atacan al que no piensa igual que la mayoría. No han tardado en aparecer mensajes a eurofans europeos que no han tenido una opinión tan favorable a Edurne como la esperada. Y críticas absurdas, infantiles y vergonzosas con insultos personales que ensucian el buen nombre de Eurovisión y de nuestra candidatura. Seamos maduros.
Pero lo que importa es el tema, y Edurne va a por todas. Ahora empieza el momento en que todo el mundo propone qué poner y qué quitar, qué cambiar y qué dejar, pero en definitiva el bloque de mármol ya está colocado, solo queda pulirlo y exhibirlo en Viena. Y contamos con un buen equipo para ello.
Por tanto, felicidades al equipo y a explotar el tema con la versión sinfónica, el videoclip y el marketing que esperamos de esta incuestionable candidatura que viendo lo visto puede ser un caballo ganador.
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